A raíz de una lucha social del pueblo en contra del intento de privatización de una de las instituciones más emblemáticas de Costa Rica, el ICE. Logramos en las calles conocernos como compañeros con intereses comunes, al ir marchando hombro a hombro, que al contemplar universitarios en una pelea digna o sea, a ciudadanos auténticos decididos a arriesgar la vida por una causa justa; volvimos a creer en la universidad del pueblo. Y decidimos pasar de una actitud apolítica a una activa (esto debido a los reiterados actos de corrupción y de mala administración de los directorios estudiantiles) en pro de los derechos de la educación, de los estudiantes y de nuestro país. Entonces volvimos a creer en el "mayo francés" (revolución estudiantil universitaria que nació en la Universidad de Nanterre, Francia); regresamos a nuestra etapa primigenia de idear y vivir, de pensar y soñar con una sociedad diferente y comprometernos con ese entorno social. No somos los salvadores, sino una opción diversa.